“Caín y Abel: los hermanos eternamente enfrentados” es una obra ilustrada que reimagina el mito bíblico desde una perspectiva visual y narrativa, sumergiendo al lector en la complejidad de la enemistad entre hermanos. Este libro se aparta de las convenciones tradicionales al sugerir que Caín es hijo de Samael, el ángel caído, mientras que Abel es el legítimo hijo de Adán. Esta reinterpretación da lugar a una lucha que trasciende lo terrenal y se sitúa en el plano de las tensiones cósmicas entre el bien y el mal.

Uno de los elementos más destacados es la intervención de Lilith, la primera esposa de Adán, quien aparece como una figura activa que siembra discordia y acentúa la separación entre Caín y Abel. No es una simple observadora, sino una fuerza que moldea el destino de ambos hermanos, llevándolos a un desenlace trágico.

A lo largo de la obra, los ángeles también juegan un papel crucial, preservando el cuerpo de Abel tras el primer homicidio de la humanidad, lo que subraya la gravedad del pecado cometido. Sin embargo, es la transformación de Caín lo que realmente cautiva al lector. A través de potentes imágenes, se muestra su metamorfosis en una figura bestial como castigo por el fratricidio, convirtiéndolo en un símbolo eterno de culpa y redención.

“Caín y Abel: los hermanos eternamente enfrentados” es mucho más que un libro ilustrado. Es una reflexión profunda sobre el mito, una obra llena de simbolismo y reinterpretaciones que invitan al lector a explorar las raíces de la naturaleza humana, la culpa, el conflicto, y la eterna lucha entre el bien y el mal. Cada página ofrece una nueva dimensión del relato, haciendo de esta obra una experiencia visual y emocional inolvidable.