Algunas estrategias creativas
SOBRE LA ESCRITURA OBJETO
En esta sección, ofrecemos las experiencias de varios autores en relación con la exploración de nuevas formas de hacer poesía, y una experiencia personal “Franki Stein”. Entonces, ¿Qué son las escrituras-objeto? Esta clase de creaciones literarias exaltan la función poética del lenguaje más allá de lo que lo hace una poesía tradiccional. Se dice, tradicionalmene que la poesía es una creación artística que produce un extrañamiento en el lenguaje por la forma en que este se usa para construir el sentido (metáforas, aliteraciones, hiperbaton, rima, métrica, etc.), redobla la apuesta, es decir, produce un extrañamiento, sobre un lenguaje, de por sí ya extrañado. Cuando hablamos de extrañamiento del lenguaje, nos referimos a usarlo de manera poco convencional, y resulta más extraño cuanto más alejado se percibe del lenguaje cotidiano. Por lo tanto, la producción de este nuevo nivel de extrañamiento muestra reglas de formación tan raras como sus poesías o creaciones. La primera ley de esta escritura-objeto refiera a “la escritura (como proceso y producto) es una objetivación y una alternativa: la monumental tarea de la escritura, la admirada idea de originalidad y la colosal institución del autor son derribadas y puestas al servicio del público. La segunda ley democratiza el proyecto creativo, somete al “yo enunciador” al rol de operador, un operador que toma lo que ya existe en alguna de las coordenadas de su saber y la vuelca a modo de juego y probabilidad. El operador juega y se pregunta ¿Qué pasaría si yo…? La tercera ley dice que en la actualidad no hay literatura que no sea mediada por un artefacto tecnológico (electrónico), por tanto, la poesía, poética o creación se vuelven tecnológicas, entendiendo esta “tecnopoética” como una forma más de experimentar el proceso creador. Así, quien tenga a su alcance un dispositivo de escritura con un programa editor de texto, puede ser un creador, un escritor, un poeta, un tecnopoeta. De acuerdo con estas tres leyes, la monolítica tarea de escritura, ahora, está al alcance de todos. La escritura-objeto garantiza la legibilidad de un idioma determinado o el uso de él como objeto de comunicación, aun cuando su comunicación apunte a lo absurdo. Con el uso de los artefactos mecánicos o electrónicos y digitales sobre las obras literarias, se está en posición de trabajar sobre la producción ajena o propia, para modificarla y transformarla en un nuevo objeto cultural. En términos más ilustrativos: se trata de escrituras o poéticas experimentales emergentes en la primera década del 2000, que se desentienden de las convenciones de la lírica y de la narrativa como géneros ligados a la representación de lo real, a la individualidad y la originalidad autoral, a lo social, a lo sentimental, a la épica de la verdad; en definitiva, una poética ajena o enajenada de la experiencias.
Contagiografías
- Cualquier texto (científico, médico, tratado matemático o contable) puede ser insumo para una escritura objeto.
- Desarticular el significado, encontrar la resignificación escondida.
- Arquitectura del corte y la amputación, el borrado y el espacio en blanco, espacios de miembros fantasmas, superposiciones e interferencias.
- El principal actor es el proceso de creación, corte, amputación borrado y superposición.
- El procedimiento debe llevarse a cabo sobre la imagen de un texto.
Poética predictiva (PP)
En 2004 el procesador IP Poetry fue programado para realizar búsquedas en Internet y luego ,verbalizarlas valiéndose de un sistema de fonemas pregrabados. Esta clase de poemas cuestionan tanto la noción de autor como la idea de un referente trascendental y metafísico (inspiración, musas, etc.) más allá de los signos. Durante el Romanticismo se intentaba plasmar en la poesía el flujo espontáneo del poder de la emoción, los potas modernos incorporan a sus creaciones las ideas de identidad, expresión, intención, autoconciencia, voluntad, cuerpo, deseo, etc. Pero, Ítalo Calvino ya expresaba en su época que cada autor es como una máquina que sigue las instrucciones preestablecidas para escribir palabras en un orden determinado, igualmente que lo haría una máquina programada para ello.
El procedimiento más común para emular esta programación es el uso de la sección predictiva del teclado de los celulares. Se elije una palabra y se la escribe en el teclado. Luego, se presiona el espacio central del predictivo hasta obtener una oración que satisfaga al escritor. En seguida se escribe la misma palabra original, y seguidamente, se presiona la sección izquierda o la sección derecha del predictivo y se corta el ingreso de palabras cuando el enunciado formado satisfaga al creador. Así por tercera vez, con la última sección del predictivo hasta obtener la tercera oración. Este procedimiento puede repetirse tantas veces como el creador desee hasta obtener una obra que lo satisfaga.
Musa Google
“cae la tarde y” (spam, fragmento, por charly.gr)
Cae la tarde y vos no estás,
Cae la tarde y dan ganas
De llamarte.
Se termina el día.
Cae la tarde y es hora
De abandonar la playa.
Caen gotas, y la luz
Es más tenue.
Los turistas se cansan
Y los habitantes comienzan
A abrigarse más.
Cae la tarde y las sombras
De la noche
Se apoderan de la ciudad.
Cae la tarde y una fina lluvia
apaga las hogueras de la noche;
a su paso
El vapor escupe hollín
Y abate
Su penacho largo y negro (Th. Gaultier)
Antes de sumergirnos
En la marea incesante de Benarés
Cuando cae la tarde y miles
De criaturas se acercan
A mojarse en el río
A expresar su devoción por
Seguir latiendo (…)
Armar estos poemas con Google, permite contar una historia, una historia que es muchas a la vez, historias mundiales, un nuevo Aleph, muchos puntos, muchos momentos en el mismo momento. El método es la “busqueda en Internet”. En este caso, la frase ingresada en el buscado fue “cae la tarde y”. Las búsquedas devolvieron una gran cantidad de información proveniente de libros, poemas, blogs, revistas, chats, foros, comentarios y otros espacios de la web. Con las frases más lindas armó el primer esqueleto, luego las reordenó y pulió hasta que le parecía que el poema estaba terminado.
Carlos Gradín nació en Buenos Aires en 1978. Es autor del libro de poesía spam (2011), entre otros. Escribe en su blog Diario de un viaje a Misiones, fue editor de la revista Planta. En 2011 recibió el premio Blatt y Ríos.
Franki Stein
Ezequiel Alemain nació en Buenos Aires en 1968, publicó varios libros de poemas, entre ellos Poemas pobres (2011) y publica trabajos como periodista cultural en Clarín, Perfil, Revista Ñ y otros medios.
Realizar una obra rupturista, requiere de mucho coraje. Especialmente cuando la obra se arma con los recuerdos de fragmentos de periódicos subrayados al azar mientras se desayuna en un bar. Él buscaba la anécdota que mejor resumiera la época, el mismo mecanismo que lo llevó a subrayar frases contenidas en El trado contra el método de Paul Feyerabend.
El reordenamiento de algo que se ha subrayado para transofrmarlo en poética no es del todo desconocido. Uno puede subrayar las partes más importantes de un realto y mediante unos pocos procedimientos de edición transformarlos en un poema.
Por supuesto que, para que el Poema Franki funcione, debe participar más de una persona en la selección. Digamos que leemos el texto breve: “El eclipse” de Augusto Monterroso.
Luego, seleccionamos las oraciones o frases que representan el núcleo de la historia
Realizamos el trabajo de edición, dejamos las oraciones que nos importan para continuar la transformación
Organizamos la estructura general de nuestro poema-objeto, en este punto de la creación, el nuevo texto aún remite directamente al relato original. Hay que avanzar, al menos, un paso más.
Entonces, realizamos la edición final, suprimiendo lo accesorio. La libertad es total, hasta encontrar el sentido con el mínimo de expresiones.
La obra final, publicada fuera de su contexto original o en un contexto nuevo, adquiere significación propia para los espectadores.
Así, cualquier texto es potencial contenedor de una obra poética, una poética objeto.